
- A José, cuando hacemos el amor, se les calientan los testículos.
- Parece que le pasa a todos los hombres, porque a Juan también le pasa.
- respondió la otra
- Pues yo no me doy cuenta con Luis, pero esta noche lo sabre.
Al otro día está la mujer de Luis con ojos hinchados y un brazo enyesado.
-Que paso, ¿por qué te golpeo Luis?
- le preguntaron las dos amigas.
-Es que anoche cuando hacíamos el amor, le toqué los testículos para comprobar lo que habíamos hablado y al ver que los tenía calientes, le dije:
"SE TE CALENTARON AL IGUAL QUE A JOSÉ Y JUAN"